Trabajo fulltime en mi casa hace 4 años y esto es todo lo que aprendí

Trabajo fulltime en mi casa hace 4 años y esto es todo lo que aprendí


Como consecuencia de la alta tasa de contagio del Coronavirus (COVID-19) en el mundo los gobiernos e instituciones buscan alternativas para intentar controlar el contagio: cancelación de vuelos, suspensión de actividades, implementación de cuarentenas y otras normas y sugerencias extraordinarias. Ya saben de lo que hablo.

A nivel laboral las empresas se ven “obligadas” a modificar su modus operandi para mantener la productividad a pesar de las restricciones que la situación global exige. ¿El resultado? Miles de personas comenzarán -muchos por primera vez- a trabajar de manera remota a tiempo completo. Evitar el contacto con personas, especialmente en ambientes cerrados como oficinas y transporte público, ayuda a amesetar la curva de contagio del virus para poder sobrellevar la pandemia de la mejor manera posible sin saturar los servicios de salud.

Importante

La ola global del trabajo remoto llega mucho antes de lo que pensaba pero por razones lamentables. El contexto en el que este cambio ocurre está brutalmente convulsionado. Nada es “normal” durante estos días. Ni siquiera mi semana de trabajo remoto será como suele ser. Tomen esto con calma siempre poniendo en primer lugar la prevención, su salud y la de los suyos. Cuiden y asistan especialmente a las personas mayores de su familia.

Concentrarse será difícil de conseguir, habrá ansiedad, preocupaciones y obligaciones completamente fuera de lo común. Si entre todos cumplimos con un aislamiento responsable ya estaremos haciendo nuestro pequeño/gran aporte a la causa. No es que estamos “trabajando remoto” sino que estamos “trabajando remoto porque hay una pandemia al acecho”.

¿Quién es este?

Mi nombre es Pablo y desde que supimos, con mi compañera, que llegaría al mundo nuestro primer hijo comencé a mover todas mis actividades laborales a modo remoto. Desde hace casi 4 años trabajo full-time en casa, en algunas etapas en modalidad freelance para distintos clientes pequeños y en otros momentos para empresas como empleo más fijo. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida, sin exagerar.

Una pequeña advertencia antes de continuar: Este artículo no pretende ser LA guía definitiva del trabajo remoto. Es apenas UNA guía. MI guía. MI historia. MI opinión. Que, a propósito, está en constante transformación y aprendizaje. Considero que los gurúes tirapostas generan desconfianza. Por eso no quiero pararme en ese lugar. Tomen lo que les funcione. Lo que no les guste lo ignoran o lo modifican -y me lo comentan así aprendemos todos 😉

Espero no mencionar obviedades y que al finalizar el artículo cuenten con nuevas herramientas para enriquecer esta nueva experiencia.

Es un privilegio

Tener la oportunidad de trabajar de forma remota es un privilegio. El sólo hecho que exista la opción hace que seamos parte de un sector de la economía -en mi caso Sistemas- que goza de una gran ventaja. No olvidemos eso.

En el actual contexto de emergencia ese privilegio se destaca porque nos sirve para autoaislarnos y evitar así contagios masivos pero en condiciones normales tiene muchas otras ventajas también.

El trabajo en casa es trabajo igual

Un primer obstáculo que todos los trabajadores remotos tuvimos que atravesar es el de explicar a nuestros familiares -especialmente a los que viven bajo nuestro mismo techo- la idea de que “estoy en casa pero estoy trabajando”. Es algo sencillo de explicar pero difícil de respetar. Uno tiene más flexibilidad y más tiempo -el ahorrado en viajar- pero no está libre de responsabilidades. Hay que hablarlo, nadie se puede ofender por eso.

Si tienen hijos (+2 años aproximadamente), es bueno explicarles de manera que puedan entender los distintos momentos, los espacios, los hábitos. Funciona. Hasta a veces respetan más que los adultos. 😀 Cuando cierro la puerta de la oficina mi hijo de 3 me dice “chau papá, suerte en una col” (call).

Si te ves interrumpido alguna vez durante una videollamada -suele pasar- hay dos opciones: ignorar y seguir como si nada o bien explicar la situación y avisar al que interrumpe amablemente. En caso de no estar hablando en ese momento es más fácil, se puede desactivar la cámara y resolver la situación. No hace falta gritar y menos a los chicos. Paciencia ;). Terminado el conflicto se puede retomar la llamada, se piden disculpas de ser necesario. Lo más probable es que todas las personas en la llamada ya supieran por tu entorno que estabas en tu casa, no es tan grave. Entenderán.

Fechas, tareas y horarios

“Estás en tu casa, manejás tus horarios” te dicen. A veces eso es posible y a veces no. Dependerá de quién te contrata y las condiciones acordadas. Llegá a un acuerdo que tenga sentido para ambas partes y cumplilo. Dejás claras qué horas vas a estar “on-line” o bien para qué día/hora vas a entregar tu trabajo. Manejá las expectativas. Si hay llamadas no entres tarde.

Organizar las tareas del día -atacar la tarea más difícil primero- y validarlas con el equipo remoto es clave para que todos conozcan la hoja de ruta del compañero.

A nivel grupo de trabajo centramos todas nuestras actividades dentro de GitHub. Inclusive las que no tienen que ver con desarrollo -negocios, marketing, ventas-. Y luego integramos esas tareas -issues- a una aplicación pequeña construida internamente que muestra las personas, los proyectos y las acciones asignadas de una forma más global. Sería un reemplazo virtual al famoso pizarrón -whiteboard- que muchas metodologías sugieren.

Para clientes más pequeños usamos Trello o Github project simplemente.

Trampas de la mente

Fácilmente se puede caer en la trampa de trabajar muchas más horas que las que trabajaría en la oficina por varias razones: es difícil separar los espacios (el living es mi oficina), se hace complicado cortar a horario, nos sentimos “culpables” o presionados por hacer más de lo que haríamos en una oficina.

Por otra parte: despertarse 5 minutos antes y saltar a la compu, distraerse -con infinitas cosas-, perder el tiempo porque “nadie me ve”, son ideas que nos perjudican principalmente a nosotros mismos en este nuevo contexto. Autoboicot. Poder enfocarnos y cumplir con el trabajo evitando las interrupciones es la clave para tener más tiempo disponible para nosotros.

Encontremos un balance. Algo que me ha resultado es medir cada minuto que estoy trabajando frente a la compu (uso una herramienta llamada Toggl pero hay muchas similares). De esta manera puedo estimar mejor y tener la precisión del tiempo dedicado a cada tarea/proyecto/cliente. En el caso de freelance sirve también para facturar de manera más real.

Comunicación y profesionalismo

Personalmente intento sobre-comunicar. Nadie te está viendo, nadie sabe lo que pensás o lo que te pasó. Todo hay que comunicarlo claramente. Además, en general, un empleador no acostumbrado a equipos remotos suele ser desconfiado. Comunicar bien, calmar expectativas, planificar y volver a comunicar es importante para que esa confianza se vaya construyendo.

Para equipos distribuidos me resulta muy importante contar con alguna herramienta integral de comunicación como Slack, Discord o similar. Estas aplicaciones permiten, además de funcionar como mensajería privada entre colegas, generar canales con un tópico determinado y que los usuarios involucrados pueden ingresar y hablar virtualmente allí. Esos canales, de estar bien creados, deben reemplazar las conversaciones laborales en vivo que suceden en la oficina. (y de paso queda registrado y podemos buscar sobre eso escrito más tarde).

A menos que haya que comunicarse con alguien fuera de la organización, no nos mandamos mails entre nosotros. Todo pasa por Slack.

De alguna forma también esa decisión ayuda al momento de terminar el día porque podemos decir que si cerramos Slack ya no estamos trabajando.

Además tenemos una sala de videoconferencia fija que puede ser usada para diversos motivos: reuniones semanales, planificación, reunión de un proyecto específico o dejarla abierta para conversar con otro colega mientras cada uno trabaja en lo suyo. Usamos dos accesibles desde el navegador: Whereby o Hangouts pero hay muchas otras apps para eso.

Pro tip: cuando no estén hablando siempre desactiven el micrófono.

 

La versión móvil de la oficina remota de Pablo

Cortes y almuerzo

Si se logra un buen ambiente de concentración el tiempo suele pasar rápido y resulta peligroso porque puede impactar negativamente en nuestra salud. Hay varios métodos que permiten trabajar y además despejar la mente con cortes cada determinado tiempo o tareas completada. Suelo medir mi tiempo y realizar pausas cada una hora y media aproximadamente o al terminar una tarea importante.

Muchos recomiendan no hacer cortes grandes para no distraerse, o no ponerse a hacer tareas del hogar en esos cortes porque luego es difícil reconectar. Creo que es personal, hay que ir buscando lo que mejor funciona y hacer rendir mejor el tiempo.
En mi caso lo uso para leer redes sociales, comer algo, poner ropa a lavar o preparar la comida.

Para almorzar recomiendo hacerlo lejos de la compu y del celu. De estar acompañado en casa compartir un momento con la familia es valioso y es parte del privilegio que hablamos al principio. Si trabajamos en casa en soledad: leer o ver algo de TV mientras almorzamos es lindo para despejar la cabeza.

Personalmente me funciona mucho cocinar los fines de semana y congelar. Lo recomiendo siempre y cuando no sufras muchos cortes de luz en tu zona. Hay que aprovechar el hecho de estar en casa para comer mejor/rico y el freezer es un buen recurso para escapar del delivery.

Espacio físico y vestimenta

Hay buenas prácticas recomendadas pero cada uno hace lo que puede y lo que quiere.

Idealmente el espacio de trabajo debe estar separado del resto de la casa (habitación-estudio) en donde pueda cerrarse una puerta. Entiendo que eso no siempre es posible. Basta entonces con sacar y guardar la notebook para diferenciar los “momentos” de trabajo.

Otra recomendación muy escuchada es bañarse y cambiarse todos los días, similar a lo que haríamos si tuviéramos que ir a cumplir horas en una oficina. Personalmente no lo cumplo de manera estricta y no es tan grave. Es personal. Lo que sea más cómodo está bien. Cuidado: si tenemos video llamadas programadas para ese día es importante cumplir con la etiqueta -al menos de la cintura para arriba- :D.

Pensar el trabajo remoto como trabajo en casa es quedarse algo corto. En muchos casos se puede trabajar *de donde sea*.

El ejercicio, la soledad y yo

El trabajo remoto, sin importar si estamos solos o acompañados en casa, tiene una característica clave que es un arma de doble filo: la soledad. A pesar de que nos llevemos bien con la soledad en general es importante socializar y compartir actividades post horario laboral con otras personas. Asimismo podemos juntarnos con otros trabajadores remotos para compartir espacio. Aclaro que es una recomendación para tomar dentro de un contexto normal, no ahora.

No es novedad que el ejercicio físico no solo mejora nuestros músculos sino también nuestro cerebro. Lo peligroso en el caso de los trabajadores remotos es que podemos pasar varios días moviéndonos lo mínimo necesario dentro de un departamento y eso no es para nada bueno. Ni siquiera necesitamos caminar para llegar al transporte público. Teniendo en cuenta este detalle encontrar lugares y momentos para ejercitarnos físicamente varias veces a la semana nos va ayudar a descansar y a estar más lúcidos.

Contratos y presupuestos

Muchos -detractores- sostienen que el trabajo remoto -de empresas, no freelance- es una forma de “precarizar”. Lo que puedo decir sobre eso es que debe existir contrato (en condiciones normales, no sé si en una emergencia como la que estamos viviendo) y las obligaciones/recompensas especificadas deben estar claras. Luego es una decisión de cada uno si eso sirve o no.

Con el tiempo aprendí que dentro de las negociaciones con el empleador/cliente hay siempre que considerar varias cosas (ya sea en un contrato o en un presupuesto): de quién es la computadora, para qué tareas se pueden usar los equipos, los gastos de los servicios internet/luz/gas/agua de tu hogar, si existe exclusividad, el ahorro en tiempo -fundamental para mí- y en dinero de traslados (commute) y varias otras variables que uno suele olvidar al momento de hacer la ecuación.

Oportunidad

El trabajo remoto, como comentaba al principio, se instala en esta oportunidad de forma violenta, sin anestesia. Como muchas otras cosas en el ámbito empresarial es un hábito que hay que trabajar hasta que se establece. Personalmente me ha significado un incremento en calidad de vida y uso de mi tiempo espectacular. Muy arraigado e irrenunciable a estas alturas.

¿Todos los que pueden debieran hacer trabajo remoto? Yo pienso que si. Sería un buen comienzo para resolver varios problemas que sufrimos los que vivimos en ciudades PERO entiendo también que a las personas puede no gustarles trabajar fuera de la oficina y es igual de válido que todo este post. Tener la posibilidad de elegir debiera ser la regla.

El paradigma del trabajo remoto -en general- está lejos de cambiar naturalmente. La nueva generación de empresas lo adoptan más rápido. Quizás esta crisis sanitaria a nivel global sea una oportunidad para asentar la idea del trabajo remoto como una posibilidad válida en las empresas donde nunca fue una opción.

Cuidensé, cuiden a los mayores de su familia eso es lo primero. Luego intenten armar sus propias rutinas de trabajo en casa, la combinación que mejor les funcione. Cuando las condiciones mejoren -espero sea pronto- y volvamos a la “normalidad” los espero para charlar de esto y me cuentan cómo les fue. En persona o remotamente. 😀

 

Bio: Pablo H. Paladino es desarrollador de software con una Licenciatura en Análisis de Sistemas. Trabaja en Datawheel en desarrollo front-end enfocado en la visualización de información. Como activista del movimiento open data, participa en equipos que construyen soluciones y piezas interactivas basadas en datos para Chequeado y Sociopublico. Anteriormente trabajó como desarrollador y consultor en las unidades de modernización del gobierno de Ciudad de Buenos Aires y del gobierno central de Chile.

¿Querés saber más de Pablo? En esta entrevista del podcast Diyitales cuenta más sobre cómo trabaja.

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