Por Martina Rua * (Columnista invitada)

Este libro lo encontré hace unos años en la biblioteca del MOMA y me olvidé de él hasta hace unos meses cuando me lo topé en mi biblioteca. No creo en las casualidades, pero sí -y mucho- en las causas. Apareció para ayudarme a pensar, a ser más creativa, a salir de la famosa zona de confort e intentar cosas nuevas en mi trabajo, en la escritura, pero también en el resto de las facetas de mi vida.

Dice Maisel: “Imaginemos que estás caminando y ves a una persona que está delante de ti y se desvía sólo para levantar una lata de Pepsi del piso y la guarda en su mochila. Pará y pensá todas las posibles razones por las que puedo haber hecho esto. No limites los pensamientos que te vengan a la cabeza.

La lista parcial de Maisel dice:

• La persona que levantó la lata es compulsiva.

• Está aburrido y solo.

• Es socialmente responsable.

• Es pobre y necesita el dinero de la lata reciclada.

• Está construyendo una escultura con latas de Pepsi.

• Está en una misión de Dios.

• Está en una misión psicótica de un Dios inventado.

• Piensa usar la lata para armar un adorno.

• Es adicto a la Pepsi y quiere ver si quedan unas gotas.

• Trabaja para Coca y quiere deshacerse de toda marca de la competencia.

“El análisis espontáneo es un acto creativo. Llegás a usar la imaginación, la intuición, lo aprendido, tus habilidades críticas, tu cerebro en su gloria. En los próximos tres días, analiza pequeños eventos desde el análisis espontáneo”.

¿Se animan?

* Martina Rua (@marturua) es periodista y trabaja de manera independiente desde hace 8 años. Escribe sobre ciber cultura y tecnologías en distintos medios nacionales.

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